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Alan Gonzalez
Colegio Tomas Alva Edison
Humor de Julio Cortaza
Pero seamos serios y observemos que el humor, desterrado de nuestras letras contemporáneas (Macedonio, el primer Borges, el primer Conrado Nalé Roxlo, César Bruto, Marechal a ratos, on outsiders escandalosos en nuestro hipódromo literario), representa mal que les pese a los tortugones una constante del espÃritu argentino en todos los registros culturales o temperamentales que van de la afilada tradición de Mansilla, Wilde, Cambaceres y Payró hasta el humor sublime del reo porteño que en la plataforma del tranvÃa 85 más que completo, mandado a callar en sus protestas por el guarda masificado, le contesta: ‘¿Y qué querés? ¿Qué muera en silencio?’». «A los humoristas les pegan de entrada la etiqueta para distinguirlos higiénicamente de los escritores serios. Cuando mis cronopios hicieron algunas de las suyas en Corrientes y Esmeralda, huna heminente hintelectual hexclamó: “¡Qué lastima, pensar que era un escritor tan serio! Solo se acepta el humor en su estricta jaulita, y ojo con trinar mientras suena la sinfónica porque lo dejamos sin alpiste para que aprenda
Respecto a los fragmentos, es medio complicado entender el humor de ellos, a que el autor deve ser preciso. En el fragmento de Julio Cortázar el utiliza como recurso humorÃstico la falta de ortografÃa, incluÃda dentro de un lenguaje intelectual. habla del humor de la vida cotidiana de los Argentinos y dice que es algo muy frecuentes en ellos
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